Hemos tenido suficiente tiempo de margen para valorar con seguridad las tendencias en el sector inmobiliario comercial después de la primera ola del Covid-19 en España sin necesidad de hacer suposiciones.
A lo largo de este artículo hablaremos de los cambios que se están produciendo en la compra venta de locales comerciales, en un contexto en el que se estima que los espacios comerciales vacíos crecerán hasta el 40% a final año, a consecuencia directa de la pandemia.

Conversión de locales comerciales cerrados por covid-19 en viviendas
En una situación que ha provocado que muchos negocios tengan que cerrar definitivamente la persiana, los propietarios de locales buscan alternativas para obtener rentabilidad de sus inmuebles.
En la actualidad, los propietarios de los locales vacíos barajan como una opción rentable la transformación de sus antiguos locales comerciales cerrados a viviendas que serán destinadas al alquiler. Como muestra, un restaurante cerrado ahora se puede reconvertir en tres viviendas reformadas generando nuevos ingresos mensuales por alquiler.
Hay que tener en cuenta que no todos los locales sirven para la reconversión en viviendas con la misma rentabilidad: los locales más interesantes para realizar el cambio son los que tienen una alta proporción de fachada por superficie, para conseguir los máximos m2 y poder construir más de una vivienda.
¿Quién es el público principal de este tipo de viviendas que surgen de la reconversión de locales? Personas que buscan un estudio para vivir solas, parejas jóvenes o personas con movilidad reducida que dejan sus pisos poco accesibles en plantas altas.
Descentralización de oficinas
La crisis causada por el Covid-19 ha comenzado a impulsar la descentralización de oficinas por parte de grandes empresas, aunque también de pequeñas pymes. Pymes y autónomos están mostrando interés en abandonar los espacios de coworking para buscar espacios más flexibles cerca de casa. Por su parte, las grandes empresas, tras el «experimento del teletrabajo» están comenzando a mostrar interés por descentralizar parte de sus oficinas físicas.
Sin zonas «inmunes» a la crisis
Como ya sucedió en otras crisis, sector del lujo de las grandes urbes españolas, como es el caso de Madrid, no se ve afectado a la misma velocidad por esta nueva situación. Durante los primeros meses la «milla de oro» de Madrid se congratulaba de conseguir mantener el precio medio de la renta en calles como Serrano o la calle Ortega y Gasset.
Aunque la tendencia era de contención y limitar los movimientos, los efectos del coronavirus no se han dejado ver en la zona prime de Madrid hasta bien asentada la «nueva normalidad». Y es que una particularidad de esta zona es que los dueños de los locales son, mayoritariamente dueños de herencias familiares que se sienten menos presionados a la hora de bajar sus rentas.
En esta crisis, la situación se ve agravada por la falta de turismo y la dependencia del comprador internacional.
El mercado de lujo es menos frágil y parece que el tiempo transcurre más lento para ver en él las consecuencias, por lo que todavía no hay una foto clara, ni nadie puede afirmar cuál va a ser la situación definitiva hasta pasados unos meses: tenemos la vista está puesta en septiembre.